La edición de libros y publicaciones periódicas en ídish ha sido una constante en la vida judeo-progresista argentina. Como nos recuerda Alejandro Dujovne, el libro judío era esa “patria portátil” que traían los inmigrantes. Pero esa pasión por la palabra escrita también abarcaba a las actividades de edición y divulgación.

Este complejo circuito involucraba a varios grupos de la colectividad, porque era, además, una forma privilegiada de expresar posicionamientos acerca de la propia identidad […]. Por esto mismo, tanto las posiciones políticas como culturales del judeo-progresismo en cada período, pueden reconstruirse a través de su editorial y su prensa.

La elección de libros y autores que publicaron Editorial ICUF, Heimland, YKUF (Nueva York y otros países) y las que denominamos “editoriales vinculadas” (Verbo, Tiempo, Tribuna, etc.) reflejan temas, valores e inquietudes que convocaban especialmente al público icufista. Estos lectores se identificaban con una ideología judía de izquierda pero que, a su vez, planteaba una integración con las tradiciones liberales argentinas y universales. […]

Tal como se había planeado en París, y luego en Buenos Aires, los delegados que fundaron YKUF internacional (1937) e ICUF Argentina (1941) pactaron fomentar la actividad editorial para defender la cultura idishista. Por eso, en 1946, inauguró la Editorial ICUF, con la publicación de las Obras Completas de Pinie Katz en nueve tomos. ICUF publicó, hasta la década del ochenta, cerca de 100 títulos; algunas obras originalmente escritas en ídish y otras, traducciones de clásicos de la literatura universal. Hasta los años sesenta, los libros se publicaron en ídish, y a partir de entonces, en castellano. Pero, sin dudas, la primera época fue la más productiva.

Solo diez años después de su creación, en 1956, Editorial ICUF ya promocionaba las Obras Completas de Scholem Aleijem en ídish, en quince tomos encuadernados; las Obras Escogidas de I. L. Peretz en ídish, en tres tomos; Don Quijote de la Mancha de Miguel de Cervantes Saavedra en dos tomos encuadernados y traducidos por Pinie Katz (1950); El Espartaco de Howard Fast (1955), y Los gauchos judíos de Alberto Guerchunoff (1952), en ídish, y también traducidos por Katz; las tres obras del escritor polaco Ber Mark, en ídish y castellano: La insurrección del Ghetto de Bialystok, Las ruinas cuentan, y La tragedia judía en la literatura polaca; la traducción al ídish de El río oscuro de Alfredo Varela; Un hombre de Verdad de Boris Polevoy, traducido del ruso por Tzalel Blitz; Escritos Escogidos de Boruj Bendereski; Cacao (1956), de Jorge Amado; Con los ojos abiertos, de Dora Teitelboim y tantas otras obras.

Pocos años después, las traducciones se harían del ídish al castellano. ¿Quién no recuerda las Obras de Scholem Aleijem en cuatro tomos, editadas en 1960? La traducción había sido una formidable empresa colectiva encarada, principalmente, por Rubén Sinay, Luis Goldman, Mina Fridman Ruetter, Juan Goldstraj y N. Caplan.

[…] Proponemos al lector observar que los autores y títulos elegidos por ICUF expresan una cosmovisión judeo-progresista que se complementa con el catálogo de YKUF Nueva York y las traducciones del ruso al ídish, publicadas por editorial Heimland en Buenos Aires.

Todos estos libros habitaron en las bibliotecas de las instituciones; en las cuidadas vitrinas o estanterías de los salones de comisión directiva. Minuciosamente catalogados y custodiados por bibliotecarias y activistas, su presencia expresaba esa cultura objetivada, ese anhelo de progreso y transformación social que llegaría a través del estudio y la promoción del arte y la ciencia. (pp. 45-48).

Visacovsky, N Horestein, G (2021), “Introducción”, en La Tribuna Icufista: TIempo de Aportes. Generaciones Dialogando, Buenos Aires, pp. 45-49.

Contamos en el Archivo con breves biografías de todos los autores y autoras de la colección ICUF Argentina. Se puede solicitar en cedob@icufargentina.org

Colección Histórica ICUF – YKUF internacional – Heimland